Todos luchamos por el equilibrio: en nuestras vidas, en nuestras experiencias, en nuestras escenas. Entonces, cuando alguien aprovecha lo contrario, puede crear una reacción emocional instantánea. Utilizado en la composición de tomas, el desequilibrio se convierte en una herramienta poderosa en la realización de películas. Vamos a explorar el impacto del headroom en la narración de historias, una técnica simple pero asombrosamente poderosa para darles a tus imágenes creativas un subtexto visual y lograr un mayor impacto en la audiencia.
El Headroom (o espacio para la cabeza) es la cantidad de espacio entre la parte superior del cuadro y la cabeza del sujeto, a veces también se le llama “espacio negativo” o “esterilla”. Hay varias reglas de composición que pueden guiarte para construir una toma de la manera más agradable a la vista, y hablaremos de ellas más adelante. Sin embargo, una vez que conoces las reglas, también puedes romperlas. Pruébalo, y tu filmación comenzará a contar una historia completamente diferente sin decir una palabra. Puedes pensar que es algo “básico”, pero para mí este es exactamente el momento en que la magia del cine entra en la sala.
Headroom en la narración: comprensión del subtexto visual
Pero antes de sumergirnos en el poder del headroom no convencional en la narración de historias, volvamos a por qué son importantes estas herramientas. En el curso de narración visual de MZed, el experimentado director de fotografía Alex Buono nos recuerda el viejo dicho: “Una imagen vale más que mil palabras”, y luego lo refuta de inmediato.
Estamos completamente inundados con imágenes en nuestras vidas, 24/7. Estás haciendo imágenes, estás twitteando imágenes, estás subiendo imágenes a Instagram, estás mirando las imágenes de otras personas. Estamos completamente bombardeados por imágenes. Ha habido una inflación virtual de imágenes, lo que está provocando una absoluta recesión de sentido.
Alex Buono, cita del curso MZed “Alex Buono’s Visual Storytelling 2“
En opinión de Alex (con la que personalmente estoy de acuerdo), hoy en día es difícil conseguir que nuestras imágenes signifiquen algo, y es exactamente por eso que el contexto visual es esencial en las películas. Necesitamos que cada plano empiece a hablar de nuevo y a contar una historia que apoye la narrativa fílmica. Puedes lograrlo llenando tus imágenes con símbolos, metáforas y referencias consistentes. Además, siempre ayuda aprender el lenguaje básico de la cámara y sus elementos, como el espacio, la línea, la forma, el color, el movimiento, etc.
Algunas reglas del contexto visual
Según Alex Buono, la primera y más importante entre las reglas del subtexto visual es que todo debe ser orgánico para la historia en general. Obviamente, lo principal es el punto del subtexto. No puedes utilizar símbolos aleatorios con la esperanza de que esto atraiga a tu audiencia y los impulse a descifrar su significado, e incluso si lo haces, terminarán sintiéndose abrumados y manipulados por la experiencia (ten en cuenta esta regla cuando pasemos a hablar de las diferentes formas de aplicar headroom en la composición).
Para darte una idea de cómo funciona el subtexto visual, piensa en la famosa película “Fight Club” de David Fincher. Es posible que hayas escuchado que el director puso una taza de Starbucks en cada toma de esta película. No siempre es visible, como admite Fincher, pero está ahí como un recordatorio constante del consumismo generalizado que se ha apoderado de nuestras vidas. ¿Se alinea con el tema subyacente de “Fight Club”? Claro que sí.
Otra regla del subtexto mencionada por Alex Buono en su curso es que lo indefinido es mucho más poderoso que lo definido. Esto significa que es posible crear un impacto subconsciente en los espectadores a través de tus imágenes, lo que los llevará a hacerse preguntas, sentir emociones o reflexionar sobre los temas que elijas. Y aquí es exactamente donde entran en juego herramientas como el headroom.
¿Cómo conseguir un headroom perfecto en el cuadro?
Como se mencionó anteriormente, existen pautas sobre cómo construir una imagen equilibrada. En este sentido, la cantidad óptima de espacio para la cabeza generalmente está relacionada con la regla de los tercios, de la que hemos hablado en detalle aquí. A modo de ejemplo, el cineasta de renombre mundial Philip Bloom explica en otro curso de MZed, “Cinematic Masterclass”, que si colocas los ojos del personaje en el tercio superior del cuadro, esto te permitirá presentar un sujeto con un headroom convencional en la toma.
Lo interesante es que esta regla funciona también en los primeros planos, pero con el efecto completamente opuesto. En el ejemplo anterior, podemos sacrificar el espacio libre e incluso cortar la parte superior de la cabeza del sujeto en el cuadro, siempre que sus ojos permanezcan enfocados en la línea superior. Tal enfoque también se considera “apropiado” y agradable a la vista, pero tiene un impacto diferente en la historia.
Una regla simple, ¿no? Veamos cómo podemos dividirlo para transmitir varios mensajes subconscientes a la audiencia. Una pequeña aclaración: no existe una interpretación inválida, por lo que el siguiente análisis basado en una película puede ser sólo un producto de mi propia percepción. ¡Siéntete libre de compartir el tuyo en la sección de comentarios!
Composición desequilibrada para usar headroom en la narración
Hace un par de semanas atrás, me topé con un cortometraje independiente, “Birdie”, producido por Searchlight Pictures. Esta historia de 7 minutos tiene exactamente una línea de diálogo hacia el final y poca o ninguna acción en las escenas, pero es increíblemente intensa y capta tu atención desde el primer momento.
Cuando volví a verla después de un tiempo, noté que todas las tomas al comienzo de la película tenían demasiado headroom. Aunque los cineastas cuentan esta historia en una rara relación de aspecto actual de 4:3, que siempre es una buena opción para enfocarse en los retratos y crear una conexión con tu protagonista, aquí no le dan al personaje principal suficiente espacio en la pantalla, colocándolo en la parte inferior del cuadro. ¿Pero por qué?
Mira las escenas iniciales. Es un mediodía soleado (a juzgar por las sombras) en algún lugar de un barrio de una ciudad bastante grande. Los pájaros cantan en voz alta, pero la imagen crea una sensación de inquietud, presagiando los eventos que seguirán. En mi opinión, el desequilibrio que logra aquí el headroom “incorrecto” le indica a nuestro cerebro que algo está mal, incluso si la imagen general parece perfectamente normal. Es un ingenioso truco psicológico para crear un estado de ansiedad en los espectadores, que se intensifica a medida que avanza la historia. ¿Podemos llamarlo subtexto visual? Supongo que sí.
Demasiado headroom sobre el personaje
Otro efecto de dejar demasiado headroom en la toma es que hace que tu personaje (o varios personajes) parezcan pequeños y de alguna manera perdidos en el cuadro como si algo enorme y poderoso se cerniera sobre ellos. El mejor ejemplo del uso de esta herramienta visual para un propósito como este es la serie estadounidense “Mr. Robot”. El protagonista Elliot Alderson, interpretado por Rami Malek, no solo lucha contra varios trastornos psíquicos y depresión clínica, sino que también lucha contra el malvado E Corp., y la tensión visual apoya su historia en cada escena.
Aquí, el abrumador headroom enfatiza la sensación de aislamiento y soledad que siente el personaje principal. Se trata de un símbolo de la opresión social que lo mantiene al límite, y en consecuencia también a nosotros, a lo largo de la serie. Esta sensación se intensifica con la eliminación de la llamada sala de observación, una técnica en la que el sujeto se coloca en el lado “incorrecto” del cuadro sin dejar espacio. Pero esa es otra historia.
Usar el headroom como una cuestión simbólica
Espera, ¿y si un amplio espacio para la cabeza pudiera simbolizar el cielo sin fin, el poder del destino o incluso Dios mirándonos desde arriba? ¿Bueno, por qué no? Es otra posibilidad de usar y codificar el cuadrante inferior de tu protagonista. Un buen ejemplo aquí sería la película independiente polaca ganadora del Oscar “Ida”. La película sigue la historia de una monja joven, por lo que el generoso headroom se convierte en una metáfora de su fe. A veces es una bendición, a veces una maldición lo que le quita el libre albedrío y permite que una fuerza mayor tome decisiones importantes sobre su vida.
Cortando el headroom en la narración de historias
Entonces, hablamos de agregar demasiado espacio libre a la composición. Pero, ¿qué ocurre si, por el contrario, lo eliminamos por completo en un primer plano? En este caso, el rostro del personaje está tan cerca del espectador que el momento resulta sumamente íntimo y, en ocasiones, incluso incómodo a la vista.
En la película, el Joker interpretado por Joaquin Phoenix’s fuerza una sonrisa frente a un espejo. Es un villano, pero los cineastas quieren que lo entendamos y lo humanicemos, al menos hasta cierto punto. De esta manera, mostrar esa cercanía puede ser perturbador para algunos, pero otros sentirán una repentina ola de empatía hacia él. Encuadrar a tu personaje de esta manera es una herramienta visual muy poderosa, así que ten cuidado y piensa cuál es tu intención al usarla.
Conclusión
El subtexto visual es muy importante y, si sabes cómo crearlo, tus historias mejorarán. La composición desequilibrada, y el headroom no convencional en particular, pueden parecer una herramienta pequeña y muy específica, pero cuando se usan correctamente generan un gran impacto en la audiencia.
¡Vamos a intercambiar opiniones! ¿Qué otros ejemplos de películas te vienen a la mente cuando piensas en usar headroom en la narración de historias? ¿Cómo aplicaste o aplicarías esta herramienta en tus proyectos de video para lograr generar un sentimiento en particular? Cuéntanos todo al respecto en la sección de comentarios a continuación.
Imagen destacada: fotogramas de películas de “Joker” (2019), “Mr. Robot” (2015-2019) e “Ida” (2013).
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