Todos sabemos lo que se siente: una nueva pieza de equipo llega por correo y estamos llenos de emoción. Abrimos la caja, montamos el accesorio apresuradamente en un Franken-Soporte en crecimiento, y admiramos nuestra nueva configuración de filmación. Pero luego algo disonante sucede…
El soporte va a la bolsa, la bolsa va al automóvil y nos vamos al rodaje. El problema es que a medida que avanza el día, algo simplemente no fluye como solía hacerlo. Por más que intentemos justificarnos, había algo sobre esa configuración más simple y menos “capaz” que, con todos sus defectos, de alguna manera simplemente funcionaba. Era como una extensión del cuerpo. Y sí, te causaba dolor de espalda y te agarrotaba un poco la mano, pero al final del día, sabíamos cómo conseguir la toma que queríamos.
Es cierto, esta no es la historia completa. A menudo, especialmente en el caso de un excelente soporte de cámara ergonómico, los buenos accesorios valen su peso en oro, y nos permiten hacer un mejor trabajo. Pero en muchas ocasiones sucede todo lo contrario.
Hay algo inesperado en juego que hace que lo que imaginamos del equipo sea una cosa muy diferente de cómo se usa realmente cuando el tiempo corre y las luces se encienden. ¿Por qué pasa esto? Cuando miramos una nueva pieza de equipo, tratamos de imaginar cómo será usarla, ¿verdad? ¿Por qué nos equivocamos?
Martin Heidegger en el Set
El filósofo Martin Heidegger dedicó gran parte de su poder mental a un análisis de cómo existimos en el mundo rodeado de cosas que solo encontramos por completo cuando las tomamos en nuestras manos y empezamos a usarlas. Único entre los filósofos, entendió que las cosas no solo se quedan quietas y se someten a nuestro análisis desapegado e imparcial. Por el contrario, solo podemos dar cuenta de nuestra experiencia si también consideramos las cosas tal como existen mientras las utilizamos como equipamiento. Esto lo llevó a teorizar dos “modos de encuentro” con las cosas.
Herramientas de filmación en uso
Primero, existe la “preparación para utilizar”. Algo existe como “preparado para utilizar” cuando nuestra atención no está dirigida a ese objeto, sino a algún trabajo que estamos haciendo. El equipo no aparece como un objeto en nuestras mentes, sino que se une a nuestro cuerpo para hacer un trabajo. Este es un modo de ser en el cual el equipo retrocede silenciosamente hacia el trasfondo de nuestra experiencia, casi podemos olvidarnos que está allí, y existe junto a nosotros como algo activamente en uso.
En cierto modo, esto es como si la herramienta en cuestión se escondiera de nuestra mirada cuando está en uso. Pero de otra manera, la herramienta en realidad está revelando una parte de sí misma que de otro modo pasaría desapercibida. Una herramienta en uso simultáneamente se revela y se oculta. Como dijo Heidegger, solo “el propio martilleo descubre la ‘manipulabilidad’ específica del martillo” (Ser y Tiempo, I. 3:69).
Herramientas de filmación en un pedestal
Segundo, existe la “presencia a mano”, y aquí el objeto es como un espécimen ante la mirada de un científico o, en esta industria, el producto en muchas reseñas en línea. El objeto “presente a mano” no retrocede a una situación de uso, sino que es el objeto directo de nuestra atención, el centro de la escena.
Al mismo tiempo, sin embargo, la característica más importante de una herramienta, su desempeño en el uso del mundo real, a menudo se oculta cuando la atendemos directamente.
No entender la diferencia entre lo “presente a mano” y lo “preparado para utilizar” explica muchos de los errores que cometemos como directores de fotografía y cineastas. A menudo es lo que distingue a los entusiastas de los profesionales experimentados. Así que aquí hay algunos consejos para ayudarnos a planificar rodajes basados en conocimientos del mundo real.
Consejos para el mundo real
- En la medida de lo posible, diseña tu kit de acuerdo con las consideraciones prácticas más simples, como el tiempo de implementación, la confiabilidad, la simplicidad y la ergonomía, no con elementos teóricos como las especificaciones de la cámara. Si tienes algo de capital para gastar, considera gastarlo en un carrito más práctico, un maletín más organizado o una configuración de batería que haga que las necesidades de energía nunca te vuelvan a distraer, en lugar de actualizar tu códec de grabación o tu resolución.
- Identifica y resuelve demoras en tu experiencia real en rodaje, no lo que crees que falta en tu sistema basado en algo que lees o cómo otras personas hacen cosas, sino lo que realmente causó una distracción, demora o problema de calidad en tu experiencia real.
- Nunca, nunca, uses algo sólo porque lo has comprado o porque lo has traído contigo. Si la luz natural se ve mejor, deja el carrito lleno de luces sin usar en un rincón. No estás perdiendo nada. Esas luces te sirven de respaldo, preparadas para ser utilizadas cuando lo necesites. Están haciendo su trabajo ya que están listas y no molestan. Ahora haz tu trabajo, que es obtener imágenes geniales, sin importar cuánto te lleve (o no te lleve). Tus clientes y colegas quedarán impresionados por tu profesionalismo y tu conocimiento práctico gracias a que tomas decisiones de forma sencilla y segura, y no por tus nuevos y elegantes LED.
- Mantén tus equipos por más tiempo del que normalmente quisieras. Construir una buena relación entre artesano y herramienta toma tiempo, y tu trabajo se beneficiará más de la maestría natural que logres sobre tus equipos que de exprimir un par de píxeles o bits de color más.
- Alienta juiciosamente la diversidad de métodos entre los miembros de tu equipo, centrándote más en los resultados que en las técnicas tradicionales u homogéneas. Una vez trabajé con un fotógrafo devenido en director de fotografía que había conservado muchos de sus viejos métodos de imágenes fijas. Al principio me inclinaba a “educarlo” sobre “cómo se hacen las cosas” en el set. Entonces me di cuenta de que, si hacía a un lado todo lo que creía que sabía, y solo miraba sus composiciones, era yo quien necesitaba aprender de él. Unos cuantos consejos sirvieron sobre la estabilización, pero lo principal era no perturbar lo que obviamente funcionaba. Todos tenemos que encontrar nuestro flow de una manera diferente, y los seres humanos son notablemente buenos para pensar nuevas e inesperadas formas de usar herramientas.
- Por último, ten cuidado de a quién escuchas cuando se trata de reseñas y recomendaciones. Elige fuentes basadas en la experiencia del mundo real. Deja que el resto de la charla distraiga a otra persona. Los creadores de reseñas generalmente saltan a la vista de forma bastante evidente cuando lo que hacen mayormente es filmar una cámara con otra. No importa qué tan bien se hayan memorizado las especificaciones o qué tan bien esté producida su reseña, no confíes demasiado en lo que dicen esas personas. Concéntrate en cambio en los reseñadores que dejan de lado brevemente sus ajetreados rodajes para ofrecer una recomendación sólida.
¿Alguna vez tuviste esta experiencia, cuando las cosas no funcionan en el set de la manera que planeaste debido a herramientas mal elegidas o mal diseñadas? ¿Cuáles son tus estrategias para lograr un flujo artístico en una industria que está plagada de equipamiento complejo? ¡Cuéntanos en los comentarios!