La nueva a9 III de Sony cuenta con un innovador sensor full-frame con obturador global. Este chip permite una velocidad de lectura instantánea y velocidades de captura de imágenes y movimientos extremadamente rápidas. ¿Será suficiente para coronar a la a9 III como la mejor cámara Alpha para vídeo? En el otro lado del ring, tenemos la impresionante a1 con su CMOS apilado de alta resolución en todo su esplendor de 8K. También se enfrenta aquí la venerable a7S III, el caballo de batalla favorito de los fanáticos de la compañía y una de las herramientas de video más eficientes que existen. ¡Vamos a sumergirnos en este partido!
Tradición de innovación
Sony es conocida por su ingenio y destreza tecnológica. Es el primer fabricante en lanzar una cámara mirrorless full-frame (la α7 en 2013), el primero en incorporar un sensor CMOS apilado en una cámara híbrida (la a9 en 2017), líder del mercado en el campo del enfoque automático y, a partir de ayer (8 de noviembre de 2023), el primer fabricante en incorporar un sensor de obturador global full-frame en una cámara para el mercado masivo con la Sony a9 III. La nueva cámara es sin duda impresionante, pero para reinar, tiene que superar algunos obstáculos entre sus compañeras.
Trío de potencia: la a1, la a7S III y la nueva a9 III
La línea de Sony ofrece muchas cámaras de video excelentes que se adaptan a diversos casos de uso. Hoy hablaremos sobre el trío antes mencionado, que en mi humilde opinión, representa lo mejor de la línea Alpha en cuanto a captura de movimiento. Todas tienen características que las convierten en herramientas adecuadas para vídeo. Entre ellas encontramos:
Características similares
- Grabación 4K hasta 120p
- Grabación interna 4:2:2 de 10 bits, hasta 600Mbps
- Salida de vídeo RAW de 16 bits a través de HDMI
- Puerto HDMI-A de tamaño completo, conectores de 3.5mm para micrófono/auriculares y conectividad de zapata inteligente
- Estabilizador de imagen integrado y opciones de estabilización electrónica
- Ranuras para tarjetas duales CFExpress tipo A / SD UHS-II
Rasgos unicos
Cada integrante del trío posee algunas habilidades únicas. La Sony a1 tiene una enorme ventaja en resolución, ya que su sensor de 50mp permite grabar 8K a velocidades normales. El 4K se puede submuestrear desde todo el ancho del sensor o sobremuestrear desde un área Super35 5.8K. Esto permite cierto nivel de flexibilidad, pero también puede degradar la nitidez del full-frame 4K.
La Sony a7S III es la cámara más asequible. El uso de un sensor de resolución relativamente baja puede inutilizarla para muchas aplicaciones de fotografías, pero aquí estamos hablando de video. Aunque se limita a la grabación 4K sin mucho sobremuestreo, los enormes píxeles del sensor de 12MP crean una imagen 4K satisfactoria que no cambiará mucho al aumentar la velocidad de cuadros. Esos píxeles grandes también son responsables de las impresionantes capacidades de ISO alto por las que es famosa la a7S III.
La nueva Sony a9 III es la maestra de la velocidad. Todas sus impresionantes capacidades surgen de su característica principal: el sensor full-frame de 24.6MP con obturador global. Su velocidad de lectura instantánea permite grabar vídeo en 4K sobremuestreado de 6K hasta 60p, lo que da como resultado imágenes nítidas y limpias. También va más allá con su resolución 4K/120p sin recortar. El sistema de enfoque automático es el algoritmo basado en IA más reciente de Sony, pero sospecho que un flujo de lectura más rápido lo hará aún mejor (¿es posible en esta etapa?)
Tres arquitecturas de sensores diferentes
Como se mencionó anteriormente, la a1 cuenta con un sensor de 50MP. Cuantos más píxeles tenga un sensor, más lenta será su lectura (siempre que comparemos diseños y arquitecturas de sensores equivalentes). Esta constante plantea un desafío para una cámara que aspira a dominar tanto las imágenes fijas como el vídeo. La solución es tecnológica: un CMOS apilado. Esta arquitectura específica, que debutó en la a9 original, acelera la velocidad de lectura, permitiendo alcanzar unos 16.6ms bastante decentes en 8K. Si bien resolvió este problema específico, el uso de dicha tecnología dio lugar a una de las cámaras híbridas más caras que existen.
La a7S III toma el camino opuesto en cuanto a resolución con su sensor de 12MP. Tener menos píxeles puede parecer una desventaja al principio, pero hace que la cámara sea mucho más asequible y, en teoría, menos propensa a sobrecalentarse. Cuantos menos píxeles tenga la cámara para muestrear, menos potencia de procesamiento necesitará. Además, un sensor de baja resolución lee más rápido ya que tiene menos píxeles para leer. La a7S III alcanza una muy buena velocidad de lectura con un BSI CMOS. En realidad, se encuentra entre las más rápidas de la industria, al mismo tiempo que omite las tecnologías más avanzadas y costosas y reduce significativamente el costo de la cámara.
La nueva a9 III va un paso más allá con el uso del “santo grial” de los sensores rápidos: un obturador global. Como ya se ha mencionado, el obturador global lee todos y cada uno de los píxeles a la vez. Esta arquitectura de chip única elimina por completo cualquier efecto de sincronización estroboscópica, velocidad de sincronización del flash o el infame efecto de rolling shutter. Trabajando a una velocidad extrema de 120fps, esto carga el procesador de la cámara con un flujo constante de información, mejorando opcionalmente otras capacidades relacionadas con los datos, como el seguimiento del enfoque automático y el reconocimiento de sujetos (aunque tendremos que esperar a una prueba real para ver si la teoría se cumple en la práctica).
¿Cuál es el problema con el obturador global en la vida real?
Pocas cámaras utilizan obturadores globales, y la a9 III es la primera cámara orientada a fotografías que utiliza uno (excluyendo el obturador global mecánico, de Hasselblad, pero esa es otra historia para otro momento). Considerando lo único que es este sensor entre las cámaras fotográficas, no sorprende que Sony haya enfatizado las imágenes fijas sobre el video en su evento de lanzamiento.
Cuando se trata de captura de movimiento, hay una clara ventaja: no importa qué tan rápido se mueva la cámara o el sujeto, no se producirá ninguna distorsión. No importa cuán parpadeante sea tu fuente de luz, no se producirán bandas. El obturador global brinda mayor tranquilidad y te permite concentrarte en la creación misma.
¿Pero es tan bueno?
Sí, lo es. Es así de bueno. Las ventajas son absolutas. ¿Pero son realmente necesarios? Bueno, esa es una pregunta más importante. Primero, hablemos de los precios de un obturador global. La a9 III te costará $5.999. Con esta cantidad de dinero podrías comprar dos cámaras a7S III, o tal vez un bueno lente y algunos accesorios, etc.
Otros precios potenciales son especulativos en esta etapa, al menos hasta que obtengamos una cámara de producción y la sometamos a nuestras rigurosas pruebas de laboratorio. Otro punto importante puede ser el rango dinámico. A veces, las velocidades de lectura más rápidas tienen como costo el rango dinámico. Otras veces, los resultados no son tan decisivos (como se ve aquí con la RED KOMODO 6K, otra cámara con obturador global). Otro problema que ocasionalmente puede afectar a las cámaras híbridas con altas velocidades de datos es el conocido problema del sobrecalentamiento. La cantidad de datos procesados por la a9 III es impresionante y probablemente utilice algún tipo de gestión térmica pasiva. Todavía no podemos hacer los cálculos, pero no me sorprenderá ver algunas limitaciones con respecto a su configuración de alta velocidad.
TL;DR, ¿cuál es el mejor?
Bueno, como siempre, depende. La nueva a9 III aporta algunas características y capacidades increíbles, pero si se mira de cerca, la mayoría son bastante específicas. Si el resumen de tu proyecto incluye tomas de acción extrema, sujetos en rápido movimiento y situaciones caóticas, la a9 III puede ser la mejor opción para ti. La a1 proporcionará mejores funciones generales, cubriendo la mayoría de los casos de uso normales para fotografías o videos (y más). La a7S III es una cámara muy popular por una razón, y es que satisface la mayoría de las necesidades de vídeo y lo hace con excelente eficiencia.
¿Estás entusiasmado/a con la nueva a9 III? ¿Crees que pondrá patas arriba tu proceso creativo? ¿O tal vez obtener otra a7S III sea una mejor opción? Cuéntanos en los comentarios.
